Pero lo que en verdad es complicado, difícil de alcanzar, es abrir nuestra alma. Abrir el alma es dar un paso grande, es dejar entrar a la otra persona a tus pensamientos, tus convicciones, tus miedos, tus proyectos, tus esperanzas, tus preocupaciones, tus sueños y todo lo que forma parte de uno mismo.... Eso, es estar verdaderamente desnudo.
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