Abrazados.

Yo estaba ahogada en llanto, conmigo y mi soledad. Entonces el llego y sin decir una palabra me abrazo.
Hay es donde me di cuenta que no me importaba pasar el resto del día, el resto de horas, meses o hasta años así. Porque no necesitaba nada, nada mas que su abrazo.
No sabía ni a donde estaba, ni porque, ya no me acordaba la razón por la que lloraba. No sentía frio, ni hambre, ni en soledad.... Me sentía en paz.
Había perdido la noción del tiempo, y poco a poco fue oscureciendo pero allí estabamos, abrazados el uno al otro. Sin necesitar de nada ni de nadie para ser felices.
Levante mi mirada, lo mire a los ojos y me sonrio.... Allí supe que el sentía lo mismo que yo, que no queria soltarme, que queria permanecer abrazado a mi todo el tiempo que fuese posible.
El mundo fue nuestro por ese instante.